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Before Sunrise: ¿La mejor película romántica?

Todos buscamos enamorarnos, buscamos encontrar a esa persona especial con la cual podemos hablar horas y horas sobre miles de tema, buscamos sentirnos queridos, buscamos no sentirnos solos, y buscamos creer en el amor. Before Sunrise es esa película que te muestra que el amor existe y si sos afortunado, podés tenerlo, aunque sea por una noche.


Before Sunrise es una película romántica del año 1995 dirigida por Richard Linklater. Trata sobre Jesse (Ethan Hawke), un joven estadounidense, y Céline (Julie Delpy), una joven francesa, quienes se conocen en un tren y se bajan en Viena, donde pasan la noche caminando por la ciudad y conociéndose uno a otro. La trama puede sonar aburrida o monótona, pero eso es lo que hace que sea tan especial. Aunque no pasa mucho, aparte de ver a estos jóvenes caminar y hablar, son las personalidades de cada personaje y como se comunican entre ellos lo que nos cuenta una historia que se siente real. Y esa es una de las maravillas de la película.


El fuerte de esta película esta en el guion, el dialogo y la comunicación, lo que va en contramano de lo que se considera la estructura clásica de una película, donde lo principal es el plot, y el dialogo es un derivado que actúa como un servicio para este plot y su desarrollo. Before Sunrise le da una vuelta, y es el dialogo él protagonista.


La película comienza en un tren donde un matrimonio alemán está discutiendo. A Céline la desconcentra de su lectura entonces se cambia de lugar, como resultado de esta acción, se sienta al lado de Jesse. Este se anima a hablarle y tienen una corta conversación, ya que Jesse se tiene que bajar en la próxima parada. Pero antes de hacerlo se atreve a preguntarle a Céline si se quiere bajar con él y pasar el día juntos. La visita a Viena de Jesse y Céline dura un día. En estas 24 horas vemos una historia de amor crecer y florecer. Nos encontramos a una pareja que se desconecta del mundo real, creando una dimensión donde solo existen ellos dos, donde todo y todos los demás desaparecen, donde lo único que importa es la compañía del otro. Vemos un romance lleno de emociones, intensidad y química que está acompañado por una puesta en escena, dirección, movimiento de cámara y cinematografía impecable.


Otra de las maravillas que hace que esta película sea tan especial son las conversaciones y los temas sobre los que hablan. Durante el transcurso del atardecer, noche y amanecer los vemos pasear por un cementerio, un café, un bar, una feria, ven bailar a una arabesca, les leen las palmas de las manos y hasta un vagabundo les escribe un poema, y demás está decir, que Viena llega a convertirse en un personaje más de la película. Jesse y Céline van descubriendo la ciudad a la vez de que se van descubriendo entre ellos. Y durante este paseo los vemos hablar sobre el amor y desamor, sobre arte y música, sobre religiones y ateísmo, sobre vida, muerte y reencarnación, sobre problemas familiares y relaciones pasadas, sobre su niñez, su futuro, sus tan opuestas formas de ver el mundo, sus creencias, sobre el tiempo en la tierra, sobre el feminismo, y por supuesto, sobre cuál va a ser el plan cuando se terminen estas horas juntos.


Para concluir, personalmente me parece una de las películas e historias más lindas que existen en el mundo del cine. Son personajes hermosamente construidos, personajes ambiciosos que quieren descubrir su camino en el mundo, ya sea acompañando el uno al otro, o solos. Personajes que tuvieron un vislumbre del rol que pueden tener el uno al otro en sus vidas y como pasando unas horas juntos, nunca van a ser las mismas. Personajes que nos enseñan que hay que aprovechar esa oportunidad única que la vida nos presenta, sin tener miedo. Nos muestran, a partir de diálogos naturalistas, eso intangible que conocemos, o queremos conocer, como “química”.

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